SOBRE MARIACA SEMPRÚN
Al pensar en el éxito, la perseverancia, el carisma, pero sobre todo,
en el talento y la versatilidad, sale a relucir su nombre en modo automático. Talento y voluntad
Es una figura que refleja el arte, sin importar el área por la cual se le decida observar. Definida por los grandes reconocimientos que la preceden como “cantactriz”, se identifica con esos dos oficios —sin separarlos entre sí; procura vincularlos a la hora de llevar a cabo cualquier proyecto— y están tan ligados a ella, que ha tenido total claridad sobre su vocación; siendo hábil a la hora de asumir las grandes pruebas que un medio tan duro le ha sorteado durante su trayectoria. El descubrimiento de su pasión eterna por lo que hace se remonta a su vida escolar. Estudió en el Colegio Emil Friedman, en Caracas, el cual imparte la música de forma obligatoria. Allí conectó con lo que mueve su alma. Luego de transitar por el estudio de varios instrumentos, se dedicó enteramente al canto lírico e, incluso, pensó que se enfocaría en la ópera, pero esto no era algo rentable para ella. Su perseverancia y voluntad la han llevado a conquistar su éxito. Cuando se enfrentó a su primera prueba de canto, estando en el colegio, los nervios jugaron en su contra, otorgándole un puesto en el último grupo. Sin embargo, deseaba tanto ser parte de ese mundo, que decidió mejorar a como diera lugar. Tomó su formación profesional con seriedad y creó su propio esquema de estudios: acudía a la Academia de Anita Vivas para aprender a bailar, a clases de canto lírico con Aída Navarro y a lecciones de actuación con talleres, montajes y diferentes directores.
Ha llevado a cabo trabajos variados, incursionando en los diferentes géneros musicales: un disco de salsa y bolero de La Lupe y otro con la música de Édith Piaf en francés. Asimismo, un material de su autoría, que aborda el género pop alternativo y su más reciente álbum, llamado
“La Tormenta Tropical”, el cual contiene fusiones latinas. Sin embargo, Mariaca llevaba años soñando con llevar al Teatro Teresa Carreño la importante producción que trazaría su rumbo profesional: La Novicia Rebelde. Quince años después de aquel primer momento, recibió la propuesta para protagonizarla, dándole vida al papel de María von Trapp. “Se dio tal como me lo imaginaba desde chiquita: en el Teresa Carreño y junto a la Orquesta Sinfónica. Ese fue un momento de reafirmación con respecto a mi carrera”, dijo con sentimiento.
Levantó su carrera sobre la base de las diferentes ramas del arte, pasando por las telenovelas, series de televisión, la música y el teatro, el cual la ha catapultado a grandes triunfos, recorriendo caminos inhóspitos e impensados para ella. Todo esto se debe a que en su colegio participó en la producción teatral: La Novicia Rebelde. “Esa fue una experiencia que disfruté tanto y pensaba: ‘Dios mío, ojalá me pudiera dedicar a los musicales’, pero en Venezuela no existía la posibilidad en ese momento.
Llegué a pensar que tendría que irme a Nueva York a estudiar. Pero, afortunadamente, la gente de Palo de Agua empezó a dedicarse al montaje de musicales, creando una época muy bonita para el país, culturalmente hablando”, comentó. Obtuvo un papel importante en la obra llamada “El Violinista sobre el Tejado”, abriéndose camino en una gran cantidad de musicales que se desarrollarían de allí en adelante. |
Entre una enorme lista de logros, formó parte de “Pálpito”, una serie de Netflix escrita por Leonardo Padrón, obteniendo un gran éxito a nivel internacional. En el año 2020, su álbum “Soy Puro Teatro: (Homenaje a La Lupe)” fue nominado a dos categorías en los Premios Latin Grammy a: Mejor Álbum Tropical Tradicional y Mejor Diseño de Empaque, por el cual obtuvo el preciado galardón.
Su monólogo musical “La Lupe: Reina del Desamor” fue su preparación para todos los retos (y reconocimientos que vendrían a modo de recompensa), ya que más adelante llevaría a cabo otro montaje musical llamado “Piaf - Voz y Delirio”, en honor a la cantante francesa, el cual ha cosechado un éxito de altas proporciones. “Tuve que adaptar mi voz y cantar todo el repertorio en francés, idioma que no hablo. Estuve meses estudiando con un coach de acento. Aprendí muchas palabras y sé lo que estoy cantando, pero hasta ahí… De hecho, me pasaron cosas sorprendentes, como que el público francés me felicitara por mi trabajo. ¡Eso para mí lo era todo! La realidad es que como cantante es mucho más fácil disimular un acento, que hablando”, comentó alegre.
La definen muchas cosas, pero por sobre todas ellas, destaca la característica de buscar el mérito por medio de sus propias acciones y decisiones profesionales. “Yo siempre estoy inventando algo. No puedo depender solo de los empleadores”, afirma. Es profundamente analítica y, en ocasiones, se define como alguien intensa. “Siempre he pensado que el arte tiene el poder de la transformación. Pareciera no ser algo necesario -entendiéndolo a nivel de las necesidades de un ser humano-, pero sí lo es. Constituye un espacio de respiración en un mundo complicado. Procuro que lo que hago tenga un significado importante para mí. Necesito sentir el compromiso. Eso hace que el resultado sea de mayor calidad y al final, eso se traduce como la atracción de mejores oportunidades”, agregó.
Su mayor desafío ha sido enfrentarse al exilio: “En Venezuela ya tenía mi carrera hecha. Siempre tenía trabajo. Es duro enfrentarse a buscar trabajo fuera y que te den la oportunidad. Pero es parte del asunto. Además, para crecer como artista es necesario abandonar el confort”, comentó con melancolía. Para sortear los vaivenes de la carrera y los altibajos emocionales que a veces trae el mundo en el que se desenvuelve, ha recurrido a entender que, independientemente del reconocimiento o de tener un trabajo, ella es artista. “Es algo que no está afuera, eso está adentro. Ese es el aprendizaje más grande que he tenido. Hay algo en mí no me permite rendirme, que me invita a continuar creando. Hay que reinventarse, cambiar enfoques y cómo tomarse las cosas que uno hace”, dijo a modo de reflexión.
En una conversación que abarca la temática de nuestra Edición Especial, Mariaca habló sobre la sororidad y el poder femenino: “Pienso que es de las cosas más valiosas y necesarias que puede tener una mujer en la vida. He sentido el poder que se genera a través de la empatía entre amigas, artistas, y lo poderosas que somos juntas en un escenario o en un espacio de trabajo. El poder femenino, para mí es el poder de la vida, del arte en sí mismo, porque la mujer es la creación. Es esa energía sobrenatural que pone a la humanidad a dar vueltas. Sin la mujer no existe nada”. En cuanto a las figuras que han sido referentes para ella, es algo notorio y evidente, vistos los homenajes y trabajos que ha realizado con tanto amor a lo largo de su trayectoria: La Lupe, Édith Piaf, María von Trapp y Rocío Durcal. Por Viviana Taddeo
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